“En Seapal siempre tendré una segunda familia”
Señala Javier Barrera
- César Abarca reconoció el positivismo y fortaleza que “Chaparrito” emprendió para sacar adelante a su familia y su trabajo durante 27 años.
Con lágrimas en los ojos y la nostalgia a flor de piel, Javier Barrera Carrillo, cerró un ciclo de 27 años ininterrumpidos laborando en Seapal Vallarta, dónde se desempeñó como lecturista en el área de Apremios.
Durante una reunión mensual con colaboradores, en la que fue acompañado por su hija Linda Barrera Suchil, “Chaparrito” como se le conoce entre la Familia Seapal, apenas podía articular palabras para despedirse de quienes han sido por tantos años, sus compañeros y amigos.
“Tuve experiencias muy bonitas con ustedes, me echaron la mano y les agradezco el apoyo que me brindaron siempre; no es fácil para mi tomar la decisión de jubilarme, pero hoy quiero dedicarle más tiempo a mi familia, en especial a mi niño”, explicó.
Y es que su cuarto hijo, Armando Rafael, nació hace 28 años con parálisis cerebral, desde entonces -dijo- ha sido mi motor para echarle ganas a la vida, para darle para adelante, tengo por quien ver y me necesitan.
Aseguró que trabajar en campo le brindó muchas satisfacciones, ya que pudo compartir muchas historias con los vallartenses y sobre todo, poder servir y ayudarles aclarando sus dudas e inquietudes.
Su labor consistía en la toma de lecturas de medidores de uso doméstico, comercial e industrial de todas las rutas, información que se recolecta para que posteriormente se elaboren los recibos correspondientes, en base al consumo registrado por los usuarios.
“El trabajo que realicé fue muy bonito, aunque tuve que batallar con algunos perros”, relató en alusión a diversos percances que tuvo por mordeduras, al conducir su motoneta.
El más grave de ellos sucedió en Las Palmas, dónde tres perros -entre ellos uno de raza rottweiler- lo atacó dejándole heridas en rodillas y brazos, “la misma gente del poblado me espantaron a los perros. En el hospital de la localidad, el doctor me comentó que había vuelto a nacer”, dijo.
Entre una carretada de aplausos, sus compañeros y amigos le brindaron un emotivo hasta luego, a lo que Javier retribuyó señalando “no es fácil separarme del organismo, pero sé que en Seapal siempre tendré una segunda familia, me es grato estar con ustedes este día, no me olviden, sigo siendo el “Chaparrito Barrera”.
El director del organismo, César Abarca Gutiérrez, no fue ajeno a la nostalgia que embargó a todos los presentes y comentó “eres una persona trabajadora y positiva que día a día hace lucir al organismo. No cualquiera tiene ese coraje y fortaleza para sacar adelante a tu bonita familia, eso los trasmites a tus compañeros y a la labor que realizas. En la Familia Seapal estamos contigo”, concluyó.